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Fabián Ortiz

Ser portero del Barça es muy difícil

Actualizado a

Aunque pueda parecer lo contrario, a tenor de los números que presentan año tras año los resúmenes estadísticos de Víctor Valdés (y que antes mostraban sus predecesores), ser portero del Barcelona es un asunto nada fácil. Es verdad que los rivales llegan poco, pero es por eso que cada intervención se mide con compás, se observa con microscopio y se juzga con la severidad de un consejo de guerra. El caso paradigmático de la metamorfosis de portero estelar a bluff con mayúsculas se llama Julen Lopetegui: era un fenómeno en el Logroñés, donde las paraba hasta con la barbilla, pero cuando llegó al Camp Nou parecía haber sufrido una mutación grave. A Vitor Baia, contrastado en Portugal, le pesó el escudo y se volvió un flan. Y así, otros varios.

Diego López lleva dos temporadas brillantes con el Villarreal. Bajo los palos es felino, pero ¿cuántas veces le disparan al portero del Barça bajo los palos? Con sus 1,96 metros es normal que vaya bien por alto, pero ¿cuántos balones le cuelgan al Barça por partido? Y, la pregunta clave: ¿cuántos puntos le ha hecho ganar al Villarreal?