He puesto el uno en la quiniela

La hora de la venganza deportiva la tiene el Málaga ante el Real Madrid. Weligton lo advierte. Van a salir ante los blancos. La Semana Santa tiene un aperitivo sensacional y que si la gente de Antonio Tapia no se corta, juega a su nivel, se olvida de los miedos que siempre producen los grandes y salen a buscar las cosquillas a los de Juande todo puede pasar. Salva, Albert Luque y Eliseu más el apoyo de Apoño y la entrada de los laterales Gámez y Calleja es algo que no van a esperar los blancos. Fernando Sanz en el palco se puede dar el homenaje que sueña desde hace tiempo. Lo importante es que la afición no baje la guardia y que sepa que hasta el final de la Liga le queda fiestas de buen fútbol y el reconocimiento a un plantilla que ha rendido muy alto.

Es bonito tomarse el fútbol de esta manera y sobre todo tener la oportunidad de que el pez chico le pueda dar una dentellada al grande. Lo mejor que ha tenido este Málaga es que casi nunca ha cambiado su forma de jugar, salvo en Barcelona. Quizá ante Messi y compañía se sintieron algo acomplejados por el nombre de los azulgranas. Ahora la actualidad va a pasar a los despachos. Los futbolistas están recibiendo muchas ofertas, incluido el inquilino del banquillo y es el momento de intentar por todos los medios que no se rompa el modelo actual. Cuesta mucho encontrar el camino adecuado y hay que evitar que al final la tesorería imponga sus condiciones. Siempre he tenido la suerte de disfrutar con el fútbol de Tapia, que es un entrenador modélico y que nunca ha renunciado a sus ideas y que tiene en Guardiola su referente. Este Málaga me convence y desde luego ya he puesto el uno en las quinielas. Por calidad estoy convencido que el Madrid no es mejor.