La senda del milagro de los milagros

La senda del milagro de los milagros

Cada vez hay menos que se lo creen, pero en el vestuario el discurso (político) es diferente. Un año desastroso en el área deportiva, horroroso en la gestión y decepcionante para los hinchas debe corregirse en menos de dos meses. La archisobada fecha repetida por Mauricio Pochettino, 31 de mayo se acerca. Corren los segundos, caen como si de la gota malaya se tratara en la cabeza del españolismo en general, que vive agonizando un presente que debería estar marcado por un futuro esplendoroso. Y es que ahora más que nunca, el tema deportivo está ligado al institucional y, de rebote, al social. La tercera rama del árbol, la afición, no fallar son así y así serán siempre: fieles. Sentidos de corazón, los que pagan, gritan y se disgustan casi cada domingo (excepto los que no hay Liga), saben con certeza que el club necesita una revolución, por lo que deberían podar algunas de las hojas que desearían perpetuarse en el cargo; se creían ser perennes, pero el tiempo las ha marchitado y ahora ya son caducas.

Esta muy bien que Iván verbalice un mensaje positivo. Lo raro fuera que hubiera dicho que no hay nada que hacer. El cántabro cree, como hizo tiempo atrás ante el Murcia y la Real. Lleva galones y la confianza del entrenador. Pochettino supo sacarle rendimiento a un futbolista diferente, uno de los que debe marcar la senda del milagro de los milagros.