El Atlético es su único rival directo

El Atlético es su único rival directo

Llegado este momento, y después de lo visto en A Coruña, no tengo ya ninguna duda de que el único rival que tiene el Atlético para acabar llegando a puerto Champions es él y sólo él mismo. Si es capaz de aniquilar con tal suficiencia y autoridad a rivales que compiten con él por una plaza europea como el Depor y antes desmonterarse ante los cocos que mandan en esta Liga no es posible que se la pegue ante equipos con todos los problemas del mundo como Mallorca y Osasuna. Más allá de complejos tácticos y méritos puntuales de los contrarios, este Atlético pierde en la mayoría de los casos porque regala tanto que desespera. Pero cuando los jugadores le ven las orejas al lobo y se pone en juego su prestigio son capaces de enchufarse a la responsabilidad de hacer lo que tienen que hacer.

Y cumplen. Seguro que ellos lo tienen claro, pero no viene de más recordárselo todas las veces que haga falta para que no se les vaya de la cabeza. Por esto es totalmente legítimo el cabreo de la afición cuando les achucha y les pinta la cara en los momentos de caraja en el Calderón. Y tampoco resulta tan pérfida la crudeza del análisis de los medios en sus crónicas que, en muchos casos, son simplemente la foto real de los siniestros y sirve para detectar los puntos negros de este equipo. Así, este plantel tiene que rebelarse ante sus propios complejos y darse cuenta de que ni el Villarreal ni el Valencia ni el Málaga tienen más derecho a la Champions que ellos y la situación ahora sólo exige que los jugadores conecten su cabeza a sus piernas y el resto saldrá solo.