Nos sentimos los reyes del mundo
Parece mentira que ya hayan pasado diez años desde que nos proclamamos campeones del mundo en Nigeria. Fueron 23 días inolvidables. Yo era un año más pequeño y fui allí a aprender, pero Iñaki Sáez me dio la oportunidad de jugar contra Honduras y luego frente a Ghana, en cuartos de final. Pasamos mil incomodidades, pero las victorias lo borraban todo. Al principio 'vivimos' en Calabar, sin calles ni aceras y con una humedad insoportable. Luego, tras un viaje a través de la selva, nos trasladamos a Port Harcourt donde presenciamos un tiroteo a la puerta de nuestro hotel. La siguiente parada fue Kaduna. Allí disputamos los cuartos contra Ghana. Ganamos en la tanda de penaltis. Aganzo se acercó a mí, me dio dos besos y me dijo: "Haz lo mismo que en el Europeo de Alemania y para el penalti decisivo". Y así fue. Llegar a las semifinales ya era un triunfo.
Le ganamos a Mali en semifinales y la final fue contra Japón. Lagos, la capital, fue nuestro último destino y allí nos sentimos los Reyes del Mundo. Aquel campeonato juntó a una gran generación de futbolistas. En África ganamos un Mundial Sub-20 para España. Y es en el mismo continente, pero esta vez en Suráfrica, nos gustaría ganar otro el año que viene. ¡Podemos!