La segunda vuelta es penosa

La segunda vuelta es penosa

Toca sufrir. Y ciertamente no creo que el racinguismo esté preparado para ello. Me refiero a que hay un convencimiento absoluto, desde hace varias jornadas, de que el Racing se va a salvar, que la marea (los puntos) le lleva. No es consciente de que peligra la permanencia. Y cuidadopuede pasar. No es nada descabellado. O gana un partido ya, o esto puede convertirse en agonía hasta el último suspiro. Ahora, en estas últimas tres jornadas, puede pasar de todo, hasta que incluso el Recreativo o el Sporting ganen alguno de los dos los tres partidos que restan. Ha pasado otras temporadas y puede volver a pasar. Afortunadamente tiene la ventaja de que el domingo el Valladolid llega salvado, con los deberes hechos, y eso debe ser suficiente para mostrarle, desde el primer minuto, quien se juega verdaderamente el cocido.

Ojo, el Valladolid no ha marcado un gol en los últimos ocho partidos. Está peor que el Racing. Que ya es estar. Porque aunque ayer mereciera el empate, la segunda vuelta es de pena, en números y en lo futbolístico. Ahora ya no se puede justificar el mal fútbol con la estadística, con los números, porque ahora se sigue jugando mal y los números no salen. El domingo se debe crear un ambiente en El Sardinero de auténtica final, el aficionado tiene que ser consciente de que el equipo lo necesita, que la permanencia está en juego. El rival no se juega nada. Sería imperdonable volver a fallar. Ya vale de depender de que el Sporting o el Recre no ganen.