El 19 de mayo de 1999 fue el día en el que el Mallorca se hizo mayor. Sí, porque venía de las catacumbas de la Segunda División y había sido siempre un equipo ascensor. Venía de hacer una gran temporada en su retorno a Primera, con un quinto puesto y una final de Copa épica, pero no había estado nunca en Europa. Cúper tenía en su segundo año la difícil misión de confirmar al equipo en Primera, y el listón estaba muy alto con un quinto puesto y una final de Copa, ¿cómo superarlo? Recuerdo aquella sensación. Podía llegar el gran batacazo en el segundo año, mantenerse se tildaba de proeza. Resultó que no sólo se mantuvieron sino que mejoraron lo hecho, fueron terceros y llegaron a la final de la última Recopa, en su primera presencia europea.

Muchos recuerdan la épica de Mestalla en la Copa, pero yo recuerdo con especial cariño Birmingham, el Mallorca asomándose a Europa y siendo centro de atención, algo impensable unos meses antes. Era el día en el que el pequeño Mallorca se estaba haciendo adulto.

Y marcó también un hito en la historia de la radio y de la SER, llenar la plaza de toros de Palma de mallorquinistas.