Aún quedan noches para disfrutar

Aún quedan noches para disfrutar

Ahí, a la izquierda, está el estadio Manzanares. Sin M-30 cuando se estrenó en 1966, pero con aquellos puentes sobre el río que los aficionados que venían de la parte de Carabanchel cruzaban ilusionados camino del estadio o jubilosos de regreso a casa. "Mientras otros van de pie, nosotros todos sentados", decían los rojiblancos en una época en la que la parte alta de la tribuna estaba sin terminar, sin asientos. Era la joya de entonces, una obra que obligó a Calderón a ajustar los fichajes y tirar mucho de cantera. Fue un acierto, porque a partir de entonces llegaron más éxitos: cuatro Ligas, seis Copas, una Supercopa y la Intercontinental, una noche que se recuerda como de las mejores. Palió la frustración por perder la Copa de Europa contra el Bayern Múnich.

Remontadas ante el Barça, los alirones en las de Ligas del 73 ante el Deportivo (curioso, el portero titular fue Pacheco, como cuando cuatro años después se ganó el título en el Bernabéu) y del 96 contra el Albacete, y la noche que Luis le hizo tres goles al Cagliari en la Copa de Europa 70-71 son algunas de las que más recuerdan algunos aficionados, sin olvidar las de este año ante Villarreal y Espanyol. Habrá más grandes noches. La Peineta aún espera.