Vaya por delante que no estando Nadal ni otro español en la final, creo que debemos congratularnos del triunfo de Roger Federer. Lo merece. El suizo marca así una etapa de oro dentro del tenis mundial, sumando 14 títulos grandes con 27 años. Los campeones, cuando tienen una oportunidad, la aprovechan. Esa es la diferencia con el resto de los mortales. Y su emoción al recibir la Copa de los Mosqueteros dice mucho del ahínco que ha puesto en lograrla. Es loable que, habiendo perdido tres finales contra Rafa en París, y habiéndose llevado una paliza mental enorme en el último Abierto de Australia, haya seguido persiguiendo su sueño.

Pero en ese debate de si el suizo es ya el mejor de la historia, quiero dar mi opinión. Para mí, Rod Laver sigue estando un escalón por encima. El australiano logró completar dos veces el Grand Slam (1962 y 1969), ¡pero ganando los cuatro torneos en el mismo año! Un hecho inusual (Donald Budge mediante, pero este en tiempos muy remotos) que va a ser muy difícil de repetir y que sitúa al zurdo de oro en el Olimpo.