Recuerdo bien la puesta de largo de Zizou en el Madrid: fue más o menos como la de Kaká en las formas, el moverse, el sugerir, el dominar la escena, el decir... ¡Pura categoría! Entonces lo vivimos en francés de Marsella y ahora en el claro español que lució Ricardo en sus palabras hacia el gentío entusiasmado que acudió a recibirle. Sí: Kaká es lo más parecido a Zidane en un montón de cosas. ¿Qué más se puede añadir? Si acaso que acaba de aterrizar pero sabe bien dónde llega y lo que se espera de él. Todas las respuestas en la conferencia de prensa que ofreció tras su presentación destilaron aroma de líder, una muy especialmente. Cuando preguntado por si la suma de individualidades del nuevo Madrid asegurará el éxito contestó: "El talento no es suficiente, deberemos sacrificarnos todos por un mismo objetivo".

Este es el modelo, no le den más vueltas. Los mejores y decididos a dar el callo. Como hizo Zidane y hará Kaká porque además de calidad en los pies la tiene en la cabeza. Como enseñó a hacerlo Alfredo Di Stéfano, que estuvo genial saludando a las aclamaciones de su pueblo con su bastón de mando. Este es el camino por el que debe transitar el Real para volver a la cima. Dejemos a Florentino y compañía la tarea de rentabilizarlo. Kaká empezó a amortizarse ayer en el chorro de ilusión que inundó el Bernabéu y continuará hoy en las portadas de todos los periódicos del mundo. Éste saldrá barato y éste es el modelo. Hay otros, pero no son para el Madrid.