Un positivo cambio de tendencia

A quien no viera la carrera, un séptimo puesto le sonará a partido aburrido con empate a cero final. Pero no fue así. Algo ha cambiado. Después de mucho buscar, Renault ha encontrado agua en el desierto. Ver a Alonso acosando a los Brawn y marcando la vuelta rápida es como si Ribery hubiera ligado con Angelina Jolie. Asombroso. Y pudo ser aún mejor. Sin el lastre de la salida y su posición en parrilla, ¡Fernando habría luchado por el podio! El moribundo muestra sorprendentes síntomas de recuperación. No le va a llegar para acercarse al podio y pensar en los milagros de 2008 es utopía pero, si el cambio de tendencia se confirma, nos va a animar el lánguido final de campeonato que temíamos. Si, además, Red Bull continúa tan imponente y a Brawn le sigue temblando el pulso se abrirán nuevos horizontes en un Mundial cuyos titulares parecían ya escritos.

Ahora llega Hungría. Con Fernando resucitado y con Alguersuari. Sigo a Jaime desde hace más de tres años y, aparte de su innegable talento, me abruma su apabullante sensatez para un chico de su edad. Aún así, su debut, de producirse, será precipitado e innecesario. Todo tiene su tiempo y éste no es su momento. Kubica, Kovalainen y Vettel llegaron a la F-1 por el mismo camino (las World Series) pero completando antes su periodo de formación. Como bien dijo su padre, este pollo todavía está crudo.