Autoestima y un poco de amor propio

Autoestima y un poco de amor propio

No acabo de entender muy bien todo el miedo que ha vivido la afición delante del sorteo de la previa de Champions. Está claro que este Atlético ha perdido presencia en Europa pero sentir casi pánico a un enfrentamiento contra el Arsenal, el Stuttgart o el Lyon me parece que está a mucha distancia de la verdadera dimensión de esta plantilla y dice poco del volumen de autoestima, orgullo y amor propio que debería haber alrededor de ella. El que más miedo daba era el equipo inglés y hace sólo unos días el cuadro de Wenger sólo fue capaz de ganar por la mínima en su estadio, bastante más rodado, y después de que el Atlético malograra tres ocasiones claras para haber acabado de otra manera. Un Arsenal que vendió a Touré y Adebayor, y no ha fichado a nadie. Más ridículo era temer a un Stuttgart que empezó la Bundesliga perdiendo 2-0 ante el Wolfsburgo, cuya estrella es el ruso Pogrebnyak. O ante el Lyon, que no pasó de un empate a dos ante el Le Mans en su estreno liguero y que vendió a Benzema.

Sería más lógico que todos ellos se pusieran a temblar ante la posibilidad de enfrentarse a una de las parejas de delanteros más letales de Europa y un equipo que acabó cuarto en la Liga española tras una temporada plagada de pifias y de los pocos que doblegó al Tripoderoso Barcelona. Este Atlético tiene dinamita y plantilla para arrancar con la fundadísima ilusión de meterse entre los cuatro primeros.

Y si no hay dinero para fichar algo que marque la diferencia es mejor no tirarlo con medianías y darle bola a jugadores que tienen una segunda oportunidad como Valera, Cléber, Jurado o Reyes. El equipo sabe a lo que juega, me gusta el traje que le pone Abel y en cuanto ajuste algunas costuras, tirará. Pero que ningún japonés traído de fuera eclipse la bonita estela que está mostrando la cantera con Roberto acompañando al fenómeno Asenjo, a Koke y Keko, en el centro del campo o a Borja y Pacheco arriba, por cierto a éste último le irá muy bien este año cerca de Pepe Mel en el Rayo.