De Marcos se pone en el escaparate

De Marcos se pone en el escaparate

Tiene 20 años, viene de bajar a Segunda B con el Alavés y hace méritos en el Athletic para quedarse en el primer equipo y no tener que hacer carrera en el filial. Óscar de Marcos está de enhorabuena. Todo lo que ha apuntado en esta exigente pretemporada cobró ayer carta de legitimidad. El chaval, que es el máximo goleador del verano rojiblanco, había conseguido todos sus tantos ante rivales menores. A lo largo de la semana reconoció que jugar contra el Barça sería cumplir un sueño y Caparrós, que le debió escuchar, le entregó la titularidad. Para que disfrute. Y vaya que lo hizo. El de Laguardia pudo con Víctor Valdés al borde del descanso y se convirtió en el tipo más feliz del mundo. Se puso en el escaparate en un partido de campanillas.

N o tiene mala pinta este Athletic. El año pasado tocó el cielo con la final de Copa y ahora está metido en un par de guerras de importancia: la Supercopa y el acceso a la fase de grupos de la Liga Europea. Y todo sin haber empezado la Liga, que es una pelea en la que los rojiblancos tendrán que ofrecer más que en las campañas precedentes. Lo de ayer se quería ver en Bilbao como un aldabonazo, pero se quedó en el intento. El Barça sigue siendo un toro descomunal. Los leones llevan ya 39 meses sin hincar el diente a los azulgrana en San Mamés. Y da igual si juegan con Pedro o lo hacen con Messi. Recordó mucho a la final de Valencia ya que el Athletic se cargó de fuerza marcando primero. Hasta que apareció la efectividad de los de Guardiola.