Escuchando a los jugadores, uno no podría distinguir quién es titular o suplente. Cesc habla con el mismo orgullo del juego del equipo que Xavi. ¿Cuánto hace que no ven una mala cara en el banquillo de España? ¿Recuerdan la última vez que hubo un desplante? ¿Y lo que los periodistas llamamos rajada? Como mucho, gestos de rabia con ellos mismos o cuando son cambiados sin haber hecho un buen partido. El protagonismo de Reina en las celebraciones tras la Eurocopa sorprendió porque estábamos ante un portero permanentemente eclipsado por Casillas.

Además de tener calidad, se han convertido en un grupo. Fue la obsesión de Luis durante meses. Lo logró y ese ha sido su gran legado. Del Bosque lo tuvo claro desde el primer día: tenía que respetar los roles establecidos. Lo comprobó cuando cambiaron a algunos auxiliares, queridos por los jugadores, y éstos pusieron mala cara. Ya no permitió que tocaran nada más. El director deportivo, aunque sea muy amigo suyo, en su despacho, lejos del césped. Casillas, el primer confidente, que para eso es el capitán que respetan todos. Y los suplentes, tratados con mimo, porque jamás le van a plantear un problema.