Granero y Guti anulan el virus

Granero y Guti anulan el virus

Han llegado a la conclusión los técnicos de que el virus FIFA no tiene cura y el único remedio es no contraerlo. El virus se combate con el miedo al virus. Es mejor ahorrarse a un futbolista cansado y distraído que arrepentirse de haberlo puesto. Y por ahí se van a colar muchos fines de semana en el Madrid Granero y Guti, canteranos de distinta generación y pelaje y sin obligaciones con la patria a la vista. Ayer fueron piezas de recambio en la sala de máquinas con gran éxito de crítica y público. Salieron a gol por cabeza, un extra para quienes viven del pase.

Nunca fue Guti un futbolista remolque al que amarrar al equipo para que le lleve a puerto. Por irregular, por inconstante, por apático a ratos, porque nunca se supo bien si era mediocentro o mediapunta. Pellegrini le ve en el primer papel. Un riesgo y, a la vez, un reto, porque ahí Guti es mejor, con más campo de visión y más espacio para armar al equipo. Siempre se corre el peligro de que se descomponga, de que apueste al todo o nada donde no conviene. No fue el caso ayer. Resultó una buena compañía para Kaká, como Granero, que fotocopió su gol de Dortmund, también regalado por el 8. Está en primero de carrera, pero ya es la opción B para casi todo el frente de ataque.