Ante todo, que impere la justicia

Ante todo, que impere la justicia

Hoy es el día. El Consejo Mundial de la FIA tiene en sus manos dar algo de crédito a este deporte-espectáculo que se llama Fórmula 1... o terminar de convencernos de que todo es un desmadre. Ya sabemos, porque ellos lo han admitido, que Renault es culpable de pactar con Piquet un accidente para beneficiar a Alonso, así que ahora nos queda descubrir si Max Mosley se conforma con el sacrificio de Briatore (el de Symonds es circunstancial) o tiene la decencia de demostrar al mundo entero que la justicia deportiva existe. Los responsables de semejante despropósito deben eximir sus culpas con algún tipo de castigo, tanto la escudería por auspiciar la idea como el propio Nelsinho por prestarse a ella, incluyendo a cualquier otro que pudiera estar implicado en el escándalo.

En este sentido, me parece adecuada y positiva la comparecencia de Alonso. Mi impresión es que el asturiano fue ajeno a la ejecución de la trama (que no quiere decir que desconocedor de ella hasta el día de hoy) porque me lo indica la lógica y así lo ha confirmado el informe de los comisarios. Sin embargo, como beneficiario de la misma creo que hoy debe dar todas las explicaciones que sean precisas, sobre todo para que sobre su inocencia no planee ni el más mínimo atisbo de duda. Porque este asunto es tan feo, sucio y antideportivo que lo mejor es que prevalezca la verdad más allá de los intereses o venganzas de unos y otros. Eso espero y confío por el bien de Alonso, de Renault y del automovilismo. Aunque aguanto la respiración: tampoco descarten alguna sorpresita de última hora...