Un bonito regalo de despedida de Alonso

Un bonito regalo de despedida de Alonso

En Renault saben mejor que nadie que las satisfacciones que les pueda dar su R29 vienen exclusivamente de la mano de Fernando Alonso. Ningún otro es capaz de sacar petróleo de un coche bastante por debajo del rendimiento de sus más directos competidores. Fue lo que hizo ayer el asturiano llevando al límite su pilotaje, arriesgándose a acabar empotrado contra un muro en una pelea constante con ese monoplaza desbocado sobre el bacheado asfalto de Singapur. La verdad es que poco tenía que perder y sí mucho que ganar, así que jugó sus cartas con la maestría propia de un piloto que ha alcanzado su plenitud en la Fórmula 1.

Así les pudo hacer un bonito regalo de despedida a su equipo, incluyendo al defenestrado Briatore. Fue un detalle de generosidad, sin duda, aunque personalmente hubiera preferido que se quedara al margen de un asunto tan feo, que evitara ese guiño a un personaje ya condenado por pisotear cuanto representa el deporte y la competición. Sí que me gustó la dedicatoria a todo un equipo que lo está pasando tan mal, por el escándalo de Piquet, porque sus patrocinadores les dan la espalda y porque saben que los buenos tiempos pueden tardar en volver. Dando a Alonso por perdido para 2010, esta alegría del podio hace menos ingrato el periplo hacia la conclusión de una temporada que seguro que todos desearán olvidar cuanto antes. Ojalá que puedan disfrutar de alguna más antes de que Fernando sea ya historia para ellos.