Alonso pone al mundo de acuerdo

Pocas veces tantas opiniones son tan coincidentes. Sobre todo, en un entorno competitivo y excluyente como el del deporte de máximo nivel, en el que cada uno va a lo suyo. Sin embargo, la llegada de Alonso a Ferrari ha sido recibida como una excelente noticia de manera unánime en la Fórmula 1. Porque la evidencia no admite demasiada discusión: el asturiano es el mejor piloto de la parrilla y no le quedaba otra que acabar en el mejor equipo del Mundial. Desde sus rivales a quienes serán sus compañeros de viaje en 2010, pasando por el promotor del campeonato y los aficionados de cualquier procedencia, todos consideran que el binomio Alonso-Ferrari es positivo para la competición, para ensalzar sus valores de superación y excelencia.

Al margen de la bienvenida generalizada al acuerdo, lo más destacable en las primeras veinticuatro horas de esta nueva época fueron las dudas que comenzaron a surgir sobre la convivencia en el mismo equipo de dos pilotos con ansias de triunfo. Massa regresará a los circuitos, después de prácticamente hacerlo a la vida, deseando imponer su experiencia y galones en Ferrari. Lo mismo que Fernando como recién llegado... pero con dos títulos mundiales debajo del brazo. ¿Es posible su convivencia? Pues seguramente sí, pero no creo que de mutuo acuerdo. Esto es tan viejo como la historia de las carreras: uno de ellos se sentirá perjudicado y no estará conforme con su papel en el proyecto. Pero ése es otro conflicto que ya se resolverá en su momento.