En poco más de un año, Squillaci y Escudé han formado un tándem perfecto en el Sevilla que les ha llevado a ganarse la confianza de Jiménez y del seleccionador francés Raymond Domenech. De hecho, están convocados para los encuentros del día 10 contra las Feroe y del 14, ante Austria. Atraviesan un gran estado de forma y se entienden a la perfección. Primero llegó Escudé, en 2006, para reforzar una defensa lastrada por el adiós de Alfaro y los problemas físicos de Javi Navarro. Su hermano Nicolás, tres años mayor, eligió el tenis, ganando la Copa Davis con Francia en 2001 y esa temporada fue el séptimo en la clasificación mundial. Se dice que fue él quien animó a su hermano a fichar por el conjunto blanquirrojo, rechazando otras ofertas.

Su socio en la defensa, Squillaci, aterrizó en Nervión dos años después. Francés, pero con raíces italianas, es apodado 'Totó', como el delantero que maravillara en el Mundial de Italia'90. Fue en Mónaco donde empezó a fraguarse un nombre a nivel europeo y llegó a jugar una final de Champions, conformando una gran pareja de centrales con Gäel Givet, en el equipo que dirigía Didier Deschamps y que capitaneaba Ludovic Giuly junto a Fernando Morientes en el ataque. Los dos tendrán mañana la difícil misión de frenar a los delanteros madridistas. Enfrente estarán sus compatriotas Karim Benzema y Lass Diarra. Se encontrarán de nuevo en unos días en la concentración de Francia, pero mañana serán enemigos en el Pizjuán.