Pie de oro o metedura de pata

Pie de oro o metedura de pata

La huella de Raúl no estará en ese pintoresco Walk of Fame de Mónaco. Ni falta que hace, que diría un castizo. Ganó Ronaldinho el mismo día en que se anunciaba el enésimo plan del Milán por rehabilitarle, por devolverle al fútbol en el que reinó. Se desconoce si la concesión del premio forma parte de ese plan que, me temo, no tendrá mucho recorrido. Ronaldinho fue un excelso futbolista que arruinó su carrera en pleno esplendor. Y el galardón le viene muy bien a él y muy mal a quien lo otorga, que seguro pretendía rendir tributo a una carrera ejemplar.

En cualquier caso, lo de Raúl era esperado. Siempre fue más de 'goyas' que de 'oscars'. Aquí tuvo el reconocimiento, si no la veneración, de compañeros, entrenadores y afición en general como deportista ejemplar, bueno en casi todo y excepcional en dedicación y en aritmética. Resulta difícil de explicar que el máximo goleador y el hombre que más partidos ha jugado en el Real Madrid, además de pichichi histórico de España, sólo haya sido Balón de Plata en una ocasión. Pero a Raúl no le acompañaron fuera ni el 'glamour' personal ni la estética de su fútbol. Y a los jurados (en este caso los internautas) no les entra por los ojos la eficacia. Tampoco le ayudó la Selección. Pero si con este galardón para mayores de 29 años, Nobel de la cuesta abajo, se pretende premiar una carrera, ninguna pesa tanto como la suya. Usted o yo quizá no le pondríamos el sábado ante el Valladolid, pero su pie, en Mónaco, es indiscutible.