Un campeón que sirve para la transición

Un campeón que sirve para la transición

No habrá que esperara a Abu Dhabi. Interlagos ha vuelto a ser la carrera decisiva de una temporada de F-1 y Jenson Button fue capaz ayer de dejar rubricado su primer título mundial... y puede que quizá el último. No quisiera parecer cruel con el nuevo rey de los grandes premios, entre otras cosas porque me parece un tipo estupendo, pero lo cierto es que el suyo se antoja como un reinado efímero, al igual que fueron los de otros campeones circunstanciales como Damon Hill o Jacques Villeneuve. Todos mis respetos para un hombre que es capaz de alcanzar la gloria destinada sólo a los mejores entre los mejores, pero tanta consideración no es óbice para entender que Jenson no es una de las estrellas más brillantes de este firmamento de la velocidad.

El británico supo aprovechar la ventaja que su coche le otorgó en la primera parte del Mundial y eso tiene su mérito, sin duda. Pero comprobar como a continuación se desinflaba al mismo ritmo que sus rivales evolucionaban no fue el mejor aval para apostar por la solidez de la corona que ya ostenta. Si ejerce como campeón es porque, en conjunto, ha sido el mejor de este campeonato 2009, lo que no significa que sea el mejor de cuantos compiten. Pero eso es ya otra historia. Una historia de la que, espero, disfrutaremos a tope el año que viene y en la que deberá defender el número uno en unas condiciones quizá bien diferentes. Por eso yo creo que éste es un campeón para la transición...