La externalización de los servicios médicos de un club tiene ventajas e inconvenientes. Desde el punto de vista económico, la externalización supone un gran ahorro y, además, un desahogo importante en las nóminas del club al deshacerse de personal fijo en plantilla. Y si además hay una compensación económica por hacerse con los servicios médicos por parte de la compañía aseguradora, mejor. Sin embargo, desde el punto de vista médico, ¿es la mejor solución para un club? En mi opinión y en base a mi experiencia adquirida a lo largo de muchos años, considero que esta externalización no es acertada. Los jugadores tienen fe y confianza en sus médicos y fisioterapeutas. En primer lugar, en los médicos que actúan a pie de campo. Aquellos que diariamente supervisan todos los aspectos médicos y lesiones y conocen todos los pormenores del día a día del jugador.
Pero con cierta frecuencia la evolución de las lesiones se alarga más de lo esperado y la presión mediática afecta a la esfera médico-fisio-jugador, creando cierto recelo. Esto obliga en ocasiones a una segunda opinión, que en la mayoría de los casos coincide con las pautas de tratamiento que el jugador está llevando pero que, sin embargo, psicológicamente ha tranquilizado al jugador. Pues bien, si esta segunda opinión es llevada a cabo por el jefe de los servicios médicos del club, la eficacia psicológica es mayor ya que el jugador cuenta con su confianza. Un club que ficha a los mejores jugadores del mundo debe de tener también en plantilla el mejor cuadro médico posible, con experiencia total en la prevención, tratamiento de las lesiones deportivas y que, además, tenga voz y voto en la planificación de la pretemporada, entrenamientos y periodos de recuperación.
El otro día vimos cómo en la segunda parte ante el Milán, jugadores ya veteranos pasaban como motos a los del Madrid. Y yo me pregunto: ¿Han pedido opinión a los médicos para la planificación física e incluso realizar tres entrenamientos diarios en pretemporada? Me temo que no ha sido así. Estas líneas no llevan implícita crítica alguna a los médicos de las compañías aseguradoras. Son grandísimos profesionales. Pero el deporte de élite hay que vivirlo día a día sobre el campo. Todos los componentes de un equipo profesional, tienen que estar en el mismo barco. Los intereses deportivos y económicos deben de ser los mismos. Si no es así, es difícil que el funcionamiento sea óptimo. Tengo gran consideración y aprecio personal hacia Florentino Pérez, pero creo que este tema sí es suceptible de mejora.
