Las chicas recuperan el foco

Las chicas recuperan el foco

Hay que admitirlo: después de Arantxa y Conchita todo nos parecía poco. Celebramos, es cierto, la resistencia gloriosa de Vivi Ruano, la irrupción de Anabel Medina y reconocimos la clase de Carla Suárez, cuartofinalista en Roland Garros 2008 y Australia 2009. Pero estábamos tan habituados a la opulencia que nos siguió pareciendo poco. No advertimos que el tenis femenino, tras Vicario y Martínez, había sufrido una transformación física que castigó el talento en beneficio de la fortaleza. Al margen de Henin (prodigio de 55 kilos), las jugadoras 'normales' tropezaron con un nuevo y musculoso universo.

No fuimos justos, resulta evidente. Readaptarse significaba un esfuerzo que no resultó tan traumático en el tenis masculino, donde los fuertes no cayeron del cielo, como las Williams. Por eso conviene festejar por todo lo alto la victoria de Nuria Llagostera y María José Martínez, pareja puramente española, porque significa nuestro regreso al primer plano y el reconocimiento de la desigual pelea del tenis femenino español. No diré que las chicas han vuelto porque jamás se marcharon. Sólo inventaban formas de ganar. Y las han encontrado.