Poco dura el luto en Valdebebas

Poco dura el luto en Valdebebas

Es curioso qué poquito les dura el luto a los profesionales. Y no me refiero sólo al descuido de Pellegrini llegando tarde al césped, sino al ambiente guasón que acompañó al suceso, cuando todavía sangra la herida del Alcorcón. Mi móvil aún recibe mensajes de madridistas indignados y avergonzados por la eliminación, mientras que en Valdebebas ya están de risas. Mal asunto. Quizás no estén los jugadores tan repuestos de la humillación histórica como parece en las fotos, pero convendría que al menos aparentaran cierto duelo de aquí a muchos días.

Entiendo que el fútbol va a velocidad de vértigo. Incluso supongo que al Madrid le conviene relajar el clima interno. Pero recomendaría a Pellegrini una estricta disciplina durante las semanas entrantes, empezando por él mismo, porque es fácil percibir que el madridista de calle vive en estos momentos apaleado en su orgullo y lo menos que soporta es presenciar bromitas de quienes le han amargado la semana. Esfuerzo diario, dedicación y entrega ejemplar es lo que pide el aficionado a la plantilla madridista. Sin embargo, se toman dos días de vacaciones mientras los internacionales siguen trabajando con sus selecciones. Hay cosas que son difíciles de comprender.