El día que Munitis explotó...

El día que Munitis explotó...

Vaya por delante que un servidor siente una gran admiración y respeto hacia Pedro Munitis. Como no podía ser de otra manera. Él se lo ha ganado en el terreno de juego..., y fuera de él. Un referente para muchas generaciones de racinguistas. Pasará a la historia como uno de los más grandes. En eso coincidimos todos. Pero eso no significa que Pedro esté exento de la crítica futbolística, como cualquier otro jugador. Faltaría más. Como lo estamos también los periodistas o todos los que rodean el circo del deporte. Cierto es que hay críticas y críticas, y cuando éstas se sobrepasan y bordean la falta de respeto, ya no es una crítica. Allá cada uno. El caso es que Munitis explotó ayer en 'Ser Deportivos'. Podía haber sido diplomáticamente correcto, pero no pudo: se desahogó. Sacó todo lo que llevaba dentro. Y le entiendo. Lleva mucha presión encima en los últimos meses.

Pero se equivocó. Está en su derecho de dar su opinión, pero en su desahogo lo mezcló todo. Y fue injusto. Munitis no puede sentirse poco valorado. Habrá algunos, entiendo que una minoría, porque la inmensa mayoría de aficionados racinguistas, medios de comunicación incluidos, se han desvivido por él, le han idolatrado. Ahora llegan las duras; el equipo no funciona, juega mal y él también. Ya no es el Munitis de hace tres o cuatro temporadas. Ley de vida. Pero no está acabado, ni mucho menos; todavía le queda fútbol. El equipo le necesita y la afición también. Juegue mucho o poco. Y no fallará. Seguro.