Por lo que trasciende desde Almería, hay quien ya se pone nervioso en los despachos del club al sentirse defraudado con los resultados. El 1-4 del Athletic escoció de lo lindo y la escopeta del presidente Alfonso García giró hacia Hugo Sánchez: "En fútbol, si los resultados no acompañan, el entrenador no sigue". ¡Menudo mensaje! No sé cuál es el castillo que se había construído el bueno de Alfonso García después de vender a Negredo, Bruno, Iriney, Mané y Juanito. El Almería navega por el puesto 13, con 12 dignos puntos, y le tocará sufrir, naturalmente. Lo mismo si el Madrid le hace hoy cinco goles a Diego Alves, ponen a Hugo en la calle. ¿Serían capaces?

Lo cierto es que el crédito de los entrenadores va y viene con el viento. Porque según el criterio institucional y el de parte de la crítica, Pellegrini tomó oxígeno en el Camp Nou a pesar de la derrota. El Madrid asomó con más entereza, estabilidad, dinámica global y faltó el gol. Nunca se debería aprobar a un técnico del Madrid después de una derrota, pero aceptemos que fue un buen punto de partida hacia la esperada mejoría del juego blanco. Hoy, obligado Pellegrini a hacer cambios por las bajas, veremos si el equipo de verdad enamora. Es la prueba de fuego para calmar la impaciencia general. La misma que se vive en el Almería.