El Madrid nunca debe jugar como el Barça. De mi etapa como madridista, en la que llegué al primer equipo tras entrar allí siendo un chaval, recuerdo que te inculcaban un concepto: hay que tener siempre una garra excepcional, ganar y, si además puedes jugar bien, mucho mejor. Porque si algo es el Madrid, es corazón sumado a calidad. Ese es su ADN. Mientras, el Barça siempre apostó por un juego más lineal, pausado, de elaborar desde atrás y que este año puede desesperar un poco. Se nota que no están tan finos como el curso pasado y elaboran demasiado el juego. El tuya-mía-tuya-mía que se vio por ejemplo en Kiev no me gustó nada...

Dicho esto, no estoy con Pellegrini: creo que el juego del Barça sí gustaría a los aficionados blancos. Voy más lejos. Al Bernabéu le encantaría que el buen trato del balón que hacen los culés se uniese a la personalidad que tiene el Madrid. Sería la bomba... Una personalidad que es una impronta desde Di Stéfano. Siempre hubo cracks, pero acompañados de tipos como Juanito, Del Bosque... Incluso la Quinta del Buitre, que jugaba de maravilla, tenía tipos que corrían como Martín Vázquez y Sanchís. Estrellas y currantes...

Alberto Bernardo jugó en el Real Madrid entre 1981 y 1984.