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Lo primero es tener las ideas claras

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Vaya por delante que la cúpula dirigente del Zaragoza tiene un descrédito social irrecuperable. Pero mientras Agapito Iglesias decide a quién le vende o puede venderle sus acciones cuando finalice la temporada, enredarnos en un proceso de autodestrucción es precisamente lo que menos le conviene al Real Zaragoza. Ahora lo urgente no puede ser quién controla o tutela al Zaragoza en aras de otros intereses, casi siempre bastardos, sino que el Zaragoza no baje a Segunda División. Y todas las soluciones, absolutamente todas, hay que encaminarlas inmediatamente al terreno deportivo, al propio fútbol. Marcelino dejó al equipo en descenso y ahí sigue, un metro más hundido después de la catástrofe del Bernabéu, pero todavía a tiempo de todo si se tienen las ideas claras.

Y lo primero es contratar a un gran entrenador para el Zaragoza, a un técnico con carácter, compromiso y experiencia, justamente los valores que mejor encarna Víctor Muñoz, que ya demostró de lo que es capaz de 2004. No se trata de menospreciar a Aurelio Gay, sino de darle ahora al Zaragoza el mejor remedio a todos sus males, que son muchos. Inmediatamente después hay que fichar un central importante y rediseñar la portería y toda la defensa, porque la defensa que jugó en Madrid fue la misma que arrastró al equipo a la Segunda División. Claro que el equipo necesita un goleador, pero ni David Villa o Diego Milito pondrían fin a esta sangría de 35 goles en 15 partidos. Por ahí se murió hace dos años el Zaragoza y por ahí se está muriendo otra vez. Sentar a Carrizo fue una grave irresponsabilidad.