Mi 'fichaje' se llama Garay

La experiencia fue un invento del hombre para no tropezar dos veces en la misma piedra. Si estás convencido de haber encontrado el Santo Grial o la espada de Excalibur, no dudes y lánzate al ruedo. Pero si buscas un parche y titubeas, morirás en el intento. Hablamos del manido mercado de invierno, que suele dejarte helado por más que a veces aparezca un Higuaín o un Lass que no dejan de ser las honorables excepciones que confirman la implacable regla. En enero llegó Gravesen, un tipo cuya gran hazaña fue lanzar con la mano derecha una pelota de golf desde una portería a otra en la Ciudad de Las Rozas, para alucine de Beckham, Ronaldo y compañía. El ogro danés hizo una apuesta de cincuenta euros y limpió a medio vestuario...

Llega la hora de valorar los pros y los contras. Iré por orden jerárquico. Florentino no quiere aventuras de ida pero sin vuelta (Garay le encanta y le alabo el gusto). Valdano sopesa por prudencia pero no le tiene fe al asunto (¿si fichas otro Faubert, dónde te metes?). Y Pardeza se limita a cumplir con su contrato, con un scouting políticamente correcto pero abocado a la frase más honesta: "Presi, están Fulanito y Menganito, pero son de medio pelo y no pueden jugar la Champions". Conclusión: si encuentra usted al primo de Lass, Marcelo o Higuaín, llámenos...