Contador es el cuarto AS

Alberto Contador es un deportista con carisma. Empieza a ser querido y conocido en los ambientes extradeportivos. Sigue viviendo en su pueblo de Pinto, saliendo con sus amigos de toda la vida, cazando cuando puede, haciendo vida normal en una palabra. Así suelen ser los ciclistas. Gentes sencillas. Menos Armstrong. A Armstrong hay que echarle de comer aparte. Por eso Contador no sigue con él. Aunque haya salido perdiendo. Armstrong se ha llevado a su nuevo equipo a toda la guardia pretoriana que tenía en el Astana, donde Contador se ha quedado prácticamente solo. Mejor. Mayor épica tendrán las victorias de Contador el próximo año. Porque Contador tiene metido entre ceja y ceja su tercer Tour. Como poco.

Ya lleva dos que, unidos a un Giro y una Vuelta, le han dado un reconocimiento mundial. No es que esté a la altura de Gasol, Nadal o Alonso, pero en ello también está. El pasado domingo, la revista de L'Equipe sacó su balance del año y en ella no aparecía ninguno de estos tres, pese a que Gasol ganó la NBA o Nadal en Australia. Sólo había dos imágenes españolas, que no está nada mal para sólo doce meses del año; en una se veía al Barcelona campeón de la Champions y en la otra quien aparecía era un Contador imperial conquistando el Tour. Contador comienza a hacer la competencia a los más grandes. Le veo como el cuarto AS de nuestra baraja. Y bienvenido el pique que Armstrong tiene con él. Sólo puede hacer más grande a Contador.