Los mejores sueños sí se cumplen

Los mejores sueños sí se cumplen

En el folleto de promoción del torneo alevín de Arona figura la siguiente leyenda: "Diferentes escuelas y estilos convergen el 27, 28 y 29 de diciembre en sesiones de mañana y tarde anticipando el fútbol que viene". Parece una frase hecha, pero es una verdad como la copa de un pino. Al sur de Tenerife se han reunido equipos que representan distintas filosofías de juego que se intentan inculcar desde la más tierna infancia. La más pura es la del Barcelona, que se reconoce inmediatamente, aunque no la haya respetado en su integridad en este torneo (el equipo se partió y lo pagó en cuartos). El Villarreal es el mejor imitador de ese estilo de toque, un proyecto ambicioso que a veces no cuenta con los jugadores adecuados para llevarlo al triunfo. El Sevilla y el Valencia tampoco renuncian al dominio del balón, pero con más precauciones cuando se adelantan en el marcador.

El Espanyol arranca con una idea bonita y saca el amor propio para dar guerra. El Almería se basa en la defensa y el contragolpe. El Atlético está aún por definir, pero las victorias le han consolidado. El Inter es italiano cien por cien: nada de jugar la pelota en defensa, poca transición y ataques rápidos. El Bosussia es la fuerza. El Benfica usa los extremos y tiene buen gusto. Y para el final dejo las excepciones, el Madrid y el Manchester, que no aportan nada desde hace años. Lo del Madrid es casi vergonzoso; se salva la voluntad de los chavales, porque lo demás es un dislate repetido edición a edición.