De Val replica al Barça sobre la compra de los terrenos de Viladecans. El pasado julio les hablamos de ellos: están cerca del aeropuerto de El Prat y el club los compró tras fracasar un intento de levantar allí una urbanización de elite, con campo de golf y todo. Por eso se llamaba Golf Viladecans y luego, Divabe. Los ayuntamientos de la zona y grupos ecologistas se opusieron pues entendían que la idea ponía en peligro la vida de un mosquito autóctono y la de un ave muy peculiar de la zona, llamada la polla de agua. Allí pretende levantar el club su Barça Parc, un complejo de ocio por el que desfilarán miles de personas. Una urbanización y un campo de golf eran nocivos para polla&mosquito; el Barça Parc, no. ¡Es el Barça!

Centrado el asunto, De Val asegura que seis meses después de vender esos terrenos a Laporta y cía, Divabe vendió otro, y vecino, a razón de 11,38 euros el metro cuadrado mientras que el Barça pagó 66,30. No espera guerra por parte del club pues, dice, se identificarían personas que no interesa se vinculen a esta operación. La Barcelona bien pensante se pregunta ya si esta es otra rama del caso Pretoria.