Los goles cierran los debates

Los goles cierran los debates

El gol, o mejor dicho un jugador que garantice goles, ha ido volando de Riazor al mismo ritmo que los euros del bolsillo de Lendoiro. Para encontrar un delantero que llegue a las dos cifras hay que volar cinco temporadas atrás, en la que Diego Tristán lo consiguió por los pelos (11). La relación del de la Algaba con la grada siempre fue dura, pero cuando llegaban los goles, los pitos, abucheos y cachondeos varios se volvían aplausos y elogios. El delantero es el torero del equipo, y aunque pueda hacer alguna faena digna muy valorada por los especialistas en tauromaquia, la realidad es que su vida en el tendido se mueve entre las almohadillas y la puerta grande.

M uchos encuentran similitudes entre Adrián y Diego. Su demarcación, su indiscutible calidad, pero también su apatía y falta de sangre. Está claro que el asturiano todavía no ha sido pichichi, pero también que Tristán a su edad jugaba en Segunda B y que no debutó en Primera con el Mallorca hasta tener 23 añitos bien cumplidos. Adrián ya lleva 72 partidos de Liga y seis goles, dos esta temporada. Su futuro todavía está por escribir (de ahí el empeño de Lendoiro en renovarle), aunque está claro que al Deportivo le interesa el presente. Su gol con la Sub-21 ha sido un bálsamo, pero el Tenerife será un nuevo examen para él. Por ahora los especialistas (Lotina y López Caro) tienen fe en sus faenas de aliño, aunque para el tendido el debate sólo se cierra con un cosa: goles.