El comienzo de una era apasionante

El comienzo de una era apasionante

Ya estamos en capilla. En sólo 48 horas, los motores rugirán y los monoplazas comenzarán a rodar en Bahrain. Empieza la acción. Atrás queda un largo invierno de impaciencia y también ilusiones y, casi coincidiendo con la llegada de la primavera, nos disponemos a disfrutar de lo que puede ser una apasionante era en la Fórmula 1, la del binomio ganador que forman Fernando Alonso y Ferrari. Un mito y una leyenda mano a mano para recorrer el camino que les separa de la excelencia del triunfo. Ellos saben que no sirve otra cosa que no sea ganar. Nosotros también. Por supuesto que ni en las carreras ni en el deporte existen garantías absolutas para nadie, pero sí que hay que asumir la responsabilidad que a cada uno le corresponde en cada momento.

Por eso, para el mejor piloto y el mejor equipo del mundo sólo cabe la alternativa de la victoria. Lo mínimo es coquetear con ella gran premio tras gran premio, porque ésa es la única fórmula para aspirar a la meta final de los títulos. Las expectativas son buenas, el nuevo F10 promete y de la ambición de Alonso poco hay que decir. La temporada arranca, además, en terreno favorable para el equipo y sus pilotos, porque uno y otros conocen ya cómo se llega hasta el podio de Sakhir. Y los precedentes tienen su valor en los pronósticos, es verdad que hay escenarios más propicios que otros para hombres y máquinas. El domingo tendremos las primeras respuestas para algunas de las incógnitas que aún hoy se plantean. Aunque yo, la verdad, lo tengo ya bastante claro...