Mercedes debe buscar otro cocinero

Mercedes debe buscar otro cocinero

Michael Schumacher parece haberse convertido en un inquilino habitual del hospitality de Ferrari. Ya saben, esas carpas que los equipos montan en el paddock de los circuitos para atender a sus pilotos, a sus invitados y a la Prensa, un oasis en la jungla de asfalto y ruido ensordecedor donde reponer fuerzas y disfrutar de algo más de tranquilidad. Sinceramente, me resulta muy paradójica la presencia de El Kaiser en las instalaciones de su antiguo equipo. Tanto como inexplicable. Dicen que es porque le gusta más la comida, básicamente pasta de calidad Made in Italy, que allí se sirve. Pues en Mercedes deberían buscar otro cocinero, la verdad. Sé que el tema es anecdótico, aunque quizá no tanto en un mundo tan profesionalizado y artificial como el de la F-1.

Esto viene a ser como si mañana, el día del derbi, Cristiano Ronaldo decidiera irse a almorzar a la concentración del Atlético, compartiendo mesa y mantel con Forlán y Agüero. Imagino que ni a sus clubes ni a sus aficionados les haría ni pizca de gracia. Aunque sólo fuera por una cuestión estética, de simple apariencia. Así que las imágenes de Schumi sentado en la mesa de al lado de Alonso, mientras que en su equipo se desviven por saber cómo ganar a Ferrari, me parecen de lo más peculiar... y poco serias. Por supuesto que puede, y debe, existir la cortesía y la deportividad entre las escuderías, pero de ahí a meterse en casa del enemigo media un abismo. Sobre todo, cuando se hace con luz y taquígrafos, a la vista de la opinión pública. En fin, cosas de las estrellas...