Etxeberria siempre ha sido un futbolista ambicioso. Y piensa en un Athletic grande, muy grande, como mínimo como aquel que quedó subcampeón con Luis Fernández y entró en la Champions con un gol suyo al Zaragoza. Formaba parte de una enorme plantilla y un proyecto ambicioso, aunque dentro de la amplia lista de fichajes que se llevaron a cabo se colasen algunos inoportunos. El hoy capitán dio ejemplo de implicación, Etxebe prefirió el Athletic al Barça, nada quiso saber del Everton, del Bayern... Cree en un Athletic poderoso, de ahí que cuando se enteró que Aduriz se iba al Mallorca no se lo podía creer. Tampoco que Yeste se pueda despedir el sábado junto a él.

De ahí que no le suene a chino oír de su boca que Guardiola pueda entrenar al Athletic un día. Pep valora lo que es este club como los más viejos. No tuvo más que mirar a las gradas de Mestalla, abarrotadas de fervor rojiblanco y a un amigo como Joseba hundido entre lágrimas por la derrota. Quizás con Javi Martínez y Llorente, entre los 30 mejores de la mejor Selección española de la historia, se cree otro equipazo.