Rezándole a todos los dioses

Rezándole a todos los dioses

Málaga se ha convertido esta semana en un lugar para los devotos. Más allá de los colores, malaguistas y madridistas se sorprenden rezándole a todos los dioses por los rincones. Nadie sabe qué es más difícil, si la permanencia de unos o el título de otros y, por eso, cualquier excusa vale para mantener viva la esperanza. Es el caso de Nabil Baha y Selim Benachour, que tienen su propio altar desde el que ven posibilidades para la salvación. El partido que el Olympique de Lyon cuajó en el Bernabéu les marca el camino a estos dos lectores del Corán que son conscientes de la plaga que se les avecina mañana.

Lo cierto es que es imposible que todos acaben contentos en La Rosaleda, pero el desenlace que teme la ciudad entera es aquel que deja al Málaga en el infierno y al Madrid sin la Liga de los 98 puntos. En el estadio va a haber de todo. Se verá más de una camiseta blanca y alguna que otra se quedará también en la puerta porque los listos de turno quieren hacer desde ya su agosto. El club se ve desbordado por las peticiones de duplicado de un carné que se cotiza como el oro y se regala en packs de bolígrafos que valen cientos de euros. Parece el mismo cuadro de siempre cuando viene el Madrid a Martiricos. Sólo que éste es para colgarlo en una iglesia.