'Garbo', con G de galáctico

Es cierto que Garbajosa no es el MVP que ganó la Copa en Zaragoza ni el hombre del triple histórico que le dio su única Liga ACB al Unicaja en 2006 y que le permitió saltar a los Raptors sin haber sido elegido jamás en un draft, pero conserva algo. Lo sabe bien, y lo debió pensar ayer Zan Tabak, segundo entrenador del Cajasol. Tabak jugó 12 partidos al lado de Garbo en Málaga. Tabak, en secreto, le llamaba Galáctico. "Galáctico está bien, podemos estar tranquilos", solía decir antes de los partidos. Ayer sostuvo al Madrid cuando era necesario y salvó uno de los días más difíciles de la carrera de Messina, el entrenador que junto a D'Antoni le hizo grande en Treviso y que no entendió que prefiriese Málaga a Moscú.

Esta es la anécdota. El nudo gordiano de esta historia es que el Madrid se jugaba mucho más que la credibilidad. Se jugaba el orgullo. El orgullo de una generación crepuscular de jugadores (el mismo Garbajosa, Prigioni, Bullock, Lavrinovic) que han ganado mucho más que han perdido y que, por supuesto, nunca han hecho el ridículo. Sevilla, el Cajasol, Plaza, hicieron todo lo que pudieron. Hasta más. Perdieron pero dejaron un aviso: lucharán. Sucede que a veces no es suficiente cuando uno se topa con una G de Galáctico. De Garbajosa. Lo inmortalizó Scariolo: Uno de los nuestros.