Empieza el baile. Del Bosque dijo hace bien poco (el 4 de mayo) que "tenemos que darle toda la confianza al portero titular de España, que es Casillas, y a su primer suplente, que es Reina". Bueno, pues así está el escalafón. Víctor Valdés, que ya pasó por la Selección hace cinco años, empieza como tercero. Veremos en qué lugar acaba. Porque Valdés es competitivo, ambicioso y bueno. Y va a plantear batalla en los entrenamientos, como es su obligación. No lo tiene fácil, porque antes de llegar a Casillas tendrá que demostrar que es mejor que Reina, lo que está por ver.

Pero precisamente es bajo presión cuando Casillas ha sacado lo mejor. Lo hizo de jovencito en el Madrid. César le adelantó y conquistó la titularidad en la final de la Copa de Europa, la novena, que el Madrid ganó en Glasgow en 2002. Pero Iker acabó el partido titular y fue además el héroe de la final. Desde entonces, la verdad, es que Casillas no ha tenido competencia. En su equipo, sólo la de dos extranjeros ya talluditos, Illgner y Dudek. Bien llevada, lo cierto es que de esta nueva competencia puede salir el mejor portero del Mundial.