Ante el reto más grande de su carrera

Ante el reto más grande de su carrera

Tras mil llamadas, varios aviones, algunos perdidos, y unas cuantas horas en un hotel de Milán que dieron para largas conversaciones sobre fútbol y compañeros (más sabrosas las segundas), Manu y yo le dábamos la tabarra a unos y a otros. Luego llegaron los momentos surrealistas. Paseos por Milán intentando evitar paparazzis y sospechas, que sirvieron de poco porque a la salida de la larga y pausada charla con el nuevo entrenador del Madrid esperaban docenas de curiosos y fotógrafos.

La cafetería de Milán evitó que nadie llegara a la segunda planta donde, después de horas de café y club sandwiches, nadie tenía hambre. Lo que había era muchas ganas de ponerse al día, de escuchar a José. Y no hizo falta darle pie. Mourinho sigue con el entusiasmo que descubrí hace seis años en la Premier pero con más canas, con más pelo blanco. Como sólo se conoce al personaje que gusta atraer la atención y desviarla también, cuando se descubra al entrenador se verá a un trabajador con las ideas claras que viene al Madrid a imponer su ideario futbolístico. Va a necesitar todas sus fuerzas porque se le presenta el mayor reto de su carrera.