Campeones, aunque humildes

Campeones, aunque humildes

Tanto pensar que nos íbamos a merendar a los suizos y acabamos con una indigestión mundial. Conviene que la decepción por tan inesperada derrota no abra de par en par la puerta de la crítica feroz. No me imagino a este estupendo grupo corriendo despavorido al grito de "sálvese el que pueda". Nos faltó ritmo, entramos en el partido, como sentenció Del Bosque a la conclusión del amistoso ante Arabia, más bien perezosos. Y nos faltó abrir el juego por fuera. Por cierto, todo esto ante un ordenadísimo equipo suizo, que siempre supo lo que tenía que hacer. Todos por detrás del balón. Muy clásico y conocido, por mucho que algunos lo quieran revestir de "excelencia". Suiza jugó a no dejar hacer a España. Así también se ganan partidos. Lo diferente es ganar por el buen camino, el que intentan aquellos equipos que quedan en la memoria. Por ejemplo, España.

A pesar de todo y del atasco de la Selección española, aposté que habría una última jugada. Tal y como sucedió en los últimos partidos de preparación para Sudáfrica. España siempre tiene un último recurso, aunque esta vez no apareció. Al margen del alcance de la lesión de Iniesta, la Selección debe mantener su estilo, ser fiel a él. El que le llevó a ganar la Eurocopa hace dos años en Austria, a firmar un pleno de victorias en la fase de clasificación y a redondear una racha de victorias excelente, aunque ya es casualidad que las dos únicas derrotas del último año se hayan producido en el mismo país. Vienen aires de tormenta, pero hay tiempo para recuperar. Con muy poco, los suizos nos han creado muchos problemas. Sigamos jugando bien, pero defendiendo como los mejores. Este grupo es inteligente y aprenderá de los errores.