El madridismo ya tiene algo que agradecerle a Mourinho. El portugués fue quien dinamitó el debate interno sobre la conveniencia de vender o no a Gonzalo Higuaín. Algunos abogaban por fichar a un delantero más mediático, unos de esos que aparecen en las listas al Balón de Oro. La opción Rooney siempre planea. Hubo quien sondeó la posibilidad de acometer el fichaje de Agüero, incluyendo dentro de la operación al Pipita. El portugués zanjó de plano cualquier tentación. Cincuenta goles en dos temporada con el Madrid, su afán de superación y su indiscutible profesionalidad fueron avales suficientes para renovarle. Ahora seguro que tras convertirse en el Pichichi del Mundial, algunos se estarán poniendo medallas de haber conseguido la renovación del delantero. Demasiado hicieron esperar al Pichichi blanco en la Liga.

El futuro de Raúl es otra cosa. El capitán quiere seguir jugando al fútbol. Mou conoce de primera mano el interés del Manchester y sabe que Ferguson avala el fichaje del '7'. El acuerdo es casi imposible. Raúl siempre ha visto con buenos ojos la opción de EEUU, casi como proyecto familiar, además de deportivo. Son numerosas las llamadas que recibe Ginés Carvajal. Una que le sorprendió: Cappa le quería para River Plate...