Presión, presión y presión

Presión, presión y presión

Entre técnicos anda el juego. Ettore Messina resume en una frase el modo en el que EE UU rompe la piñata partido a partido: "Presionar balón y negar el cambio de lado". Es así, tan fácil y a la vez tan difícil, como los jugadores USA ahogan a los rivales. También a Brasil, que pese a ello se mantuvo en pie hasta el último suspiro. Ya es de alabar, y así lo hizo el propio Krzyzewski. Cada día, una píldora, un modelito nuevo de su inagotable fondo de armario. "Me tomo esto como un maratón, no como un sprint". Etíope Krzyzewski.

Tan pronto luce a Gordon como outsider o a Love de multiusos al tiempo que esconde a Chandler en el cajón. O, ya que de técnicos estábamos hablando, cede el paso a Jim Boeheim, uno de sus ayudantes. La defensa zonal orange, bautizada así en honor al técnico de Syracuse -"ya que no tiene un edificio con su nombre en el campus, se lo pusimos a una defensa", justifica Krzyzewski- también ha dado resultado a USA, que ayer venció a un Brasil argentinizado. De técnicos iba esto, así que es justo elogiar a Rubén Magnano, el gurú que nos descubrió cómo tumbar al Dream Team (en el Mundial de Indianápolis 2002). Ayer casi lo hace de nuevo.