No lo puedo evitar. Me irrita sobremanera cuando escucho a alguien hablar de forma despectiva de cualquier piloto. Toda falta de respeto hacia los demás me parece deplorable, pero alcanza la categoría de inaceptable cuando se refiere a quien, dejando al margen otras consideraciones, se juega la vida subido en un coche o una moto. Por fortuna, los avances generales en seguridad (desde los vehículos a los circuitos, pasando por el equipamiento o las asistencias médicas) han propiciado que cada día sea menos necesario lamentar tragedias en el mundo de las carreras. Pero ello no quiere decir, desde luego, que el riesgo haya desaparecido. Por eso me enervo cuando alguno atrevido se permite cuestionar a estos deportistas excepcionales.

Uno de los que suele estar en el ojo del huracán es Fonsi Nieto. Indiscutiblemente tiene una faceta frívola, por llamarla de algún modo, que le convierte en presa fácil de quienes buscan desmerecer su talento en moto con argumentos que nada tienen que ver precisamente con eso. Craso error. Fonsi será famoso, le gustarán las fiestas, tendrá novias estupendas y seguramente muchos le envidien por todo ello, pero cuando se pone a 280 por hora se juega el tipo como el primero... o incluso más. Ahí está ahora, sufriendo en un hospital donde, de forma inesperada, se ha visto cara a cara con la muerte. Y es que esto es muy peligroso, no lo olvidemos. Así que dejemos las bromitas para asuntos menos trascendentales. Fonsi reclama ese respeto y yo creo que se lo merece...