Esta Vuelta ha empezado con un recorrido demasiado duro. Está siendo muy bonita para el espectador, pero tremendamente dura para los ciclistas que sólo han gozado de un día de recuperación. El resto han sido etapas con trazados rompepiernas que están castigando mucho. No es de extrañar que en las etapas del norte se produzcan varias explosiones. Tal como está la carrera, los que están a tres minutos del líder pueden tener aún sus opciones. Y el primero que me viene a la cabeza es Carlos Sastre, porque en una carrera de resistencia aguanta más que nadie. Y tampoco hay que descartar que la Vuelta se decida por una escapada. No hay un equipo verdaderamente fuerte en el pelotón. Lo pueden estar sus líderes, pero no sus compañeros. Ayer vimos lo que le costó al Euskaltel salvar el liderato. El Caisse d'Epargne, que tiene gente como Arroyo, Luis León, Plaza o Urán, puede armarla cualquier día con una escapada.

Ayer, sin ir más lejos, le salió bien con David López, que fue el corredor más fuerte de la fuga y ganó merecidamente. En la escapada vimos también cómo Rabuñal y Barredo pillaron sendas pájaras. Una prueba más de lo dura que está siendo esta Vuelta, cuando aún quedan cinco metas de montaña.