La próxima será ya la tercera temporada de Jaime Alguersuari en la F-1, considerado que en la media campaña de su debut del año pasado tuvo que subirse en marcha a un tren a toda velocidad. Resultaba aquél un desafío de los que intimidan, pero el catalán respondió con solvencia e incluso diría que con muy nota alta. Con sólo 19 años prácticamente pasó de la Fórmula 3 a los grandes premios, así que el nivel de exigencia debía de relacionarse con tal realidad, casi diría que cruel para un chaval de su experiencia. Pero el tiempo pasa y Jaime crece como piloto (y como persona), se afianza en la parrilla y con esta evolución también se incrementará la presión sobre su rendimiento y sus resultados. Es así para él, es así para todos....

Me parece una gran noticia la expectativa de que el barcelonés pudiera cambiar de aires en 2011. Toro Rosso llega hasta donde llega y no se pueden pedir milagros de una escudería que siempre será el segundo plato de una gran marca como Red Bull. Como puerta de acceso a la F-1 cumplió con su papel, pero la progresión de Jaime quizá necesite nuevos alicientes. Para cualquier equipo es una opción muy atractiva, porque su juventud propicia una proyección cuyos límites hoy no conocemos, pero al mismo tiempo cuenta con una experiencia muy valiosa. Difícilmente se incorporarán ya pilotos a la parrilla con su bagaje, porque la limitación de entrenamientos lo hace casi imposible. Y en un nuevo destino sí podríamos comenzar a descubrir su verdadero potencial.