De oficio, depredador

De oficio, depredador

En sólo dos meses, David Trezeguet ya ha dejado claro que Alicante no será su retiro dorado. Al menos, de momento. Desde Kempes, el Hércules no contaba con un depredador así. Su oficio es el gol y devora porteros como el que va por la mañana a la oficina. Era un partido grande, de los que él está acostumbrado a jugar. Y teniendo delante al Madrid, no podía fallar a su cita con el gol. Lo hizo a lo grande, clavando un testarazo por la misma escuadra. Casillas sólo pudo mirar.

Durante 45 minutos, hizo soñar a toda una ciudad que se ilusionó con tumbar en sólo dos meses a los dos grandes del fútbol español. Al final, le faltó fuelle y Esteban le sacó para dejar a otro crack, Valdez, en punta de ataque. Pero todo se torció ahí. Fallo de Calatayud, lesión del león guaraní y segundo de Cristiano, con celebración de mal gusto incluida. Demasiados golpes para un equipo ya justito de energía. Una pena, pero ahora empieza la Liga del Hércules. Y con Drenthe será otra cosa.