El futuro de Koikili más allá del 30 de junio depende de varios factores. Lo que el jugador puede aportar al equipo ya se sabe después de tres temporadas, mientras que no puede decirse lo mismo de quienes compiten con él por el puesto. Y además es improbable que las incógnitas que planean sobre Balenziaga, Castillo y Aurtenetxe se despejen en los próximos meses. Al menos todas ellas, por la sencilla razón de que no hay sitio para todos en las alineaciones, de modo que alguno o algunos malamente podrán exponer sus argumentos deportivos. Luego, está el asunto de los contratos. Los demás estarían más protegidos, puesto que el de Koikili es el único que vence este verano.

Por lo visto hasta ahora, Balenziaga es quien peor lo tiene. En el otro extremo habría que situar a Aurtenetxe por edad y proyección. No sería raro que el Athletic hiciese en el mercado invernal un intento por aligerar la nómina de laterales zurdos, a todas luces exagerada. En cualquier caso a Koikili le puede tocar esperar, dado que Ibaigane da prioridad a negociaciones más urgentes, la de Iraizoz, por ejemplo, entre otras. Si sólo sobrase uno, Koikili sigue seguro de rojiblanco.