Tres puntos de oro en Noruega para que el Atleti recupere su autoestima. Golazo, sin duda el mejor del año, de Tiago e inyección de moralina pensando en el derbi. El partido del Atlético fue flojísimo, pero por encima de todo había que demostrar que son los campeones actuales de la competición y al final lo consiguieron ante el campeón de Noruega. No hay que descuidarse, pero la clasificiación está casi en el bolsillo y los de Quique lo que necesitan es recuperar el sendero de lo que en agosto era un bloque casi perfecto. No es cuestión de pormenorizar los errores, que los hubo. Es la hora de apelar a la casta y al orgullo, y autoconvencerse de que el Madrid no es intocable. Y que el escudo que llevan en su camiseta exige muchísimo de sacrificio.

Como es habitual, en lo táctico el Atlético no exhibió ni plan b ni plan c. Se volvió a apostar por lo de siempre y quedaron en evidencia las vergüenzas que se arrastran en el juego aéreo. Menos mal que para los buenos aficionados, los más exquisitos, queda para el disfrute la maravilla de Tiago. Regate, caño, dribbling y chutazo a la escuadra de Örlund. Un compendio de lo que tiene que ser el cerebro rojiblanco. Algunos pensamos que por fin ayer bajó del avión que le traía de sus vacaciones y, de paso, demostró que podemos seguir ilusionados con la calidad de su fútbol.