Mourinho eligió una banda derecha novedosa con Arbeloa y Pedro León. Cien por cien española, que no desentonó con el buen nivel exhibido por el equipo blanco. Puede que Arbeloa no tenga el glamour de otros, pero derrochó sacrificio y solvencia, y encima marcó un gol gracias a una de sus numerosas incorporaciones, aunque la pelota golpeó en El Hamdaoui. En una temporada con pocas opciones para los otros, aquellos que no entran en el once de carrerilla de Mourinho, Arbeloa aprovechó a tope su oportunidad y demostró estar más rodado de lo que delatan los minutos de juego que llevaba hasta ayer.

Arbeloa se entendió muy bien con Pedro León. Ambos entraron con mucha facilidad en el engranaje. El lateral ayudó a la buena imagen del Madrid, que jugó con una enorme autoridad y no dio opción a su rival, que se jugaba la clasificación. Grandes sensaciones con cinco cambios en el once. Todo, o casi todo, le sonríe a Mourinho que encontró una respuesta positiva en los jugadores no habituales. No hay dudas sobre la actuación de Arbeloa que, por lo general, nunca se guarda nada y siempre ofrece lo que tiene. El suyo fue un ejercicio muy digno coronado con un gol en Europa, siempre una suerte, y más para un defensa.